Ya que no llevábamos brújula, teníamos que saber orientar el mapa fijándonos en los elementos de nuestro alrededor; cosa que yo no sabia hacer muy bien pero que acabé haciendo esto bastante fácil. Y no sólo hay que saber orientarse, también tienes que distinguir si es zona con más o menos relieve y si es con más o menos vegetación. Con esto aprendí que no puedes ir siempre en línea recta. También que es mejor perder un poco de tiempo al empezar, ya que sino tardarás mucho más durante el trayecto.
No debemos olvidar que, en realidad, lo más bonito de la orientación son los paisajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario